El domingo 25 de junio dio comienzo nuestro viaje. Eran las 3.20 de la madrugada cuando ya con las maletas en el coche nos dirigimos al aeropuerto.
Eran las 8.30 hora irlandesa cuando ya aterrizamos en la Isla Esmeralda y vimos que habíamos dejado atrás la ola de calor que empezaba a asolar España y la cambiamos por el inestable tiempo irlandés. En un solo día pasamos de la lluvia, al frio, al granizo y al sol.
Una vez ya estábamos instalados en nuestras habitaciones nos dirigimos al centro de Dublín para empezar a conocer la ciudad. Paseamos por la bulliciosa O’Connell Street, cruzamos los puentes del Río Liffey y callejeamos por las calles llenas de los tradicionales pubs, como el legendario Temple Bar.
Llegado el lunes era el momento de dirigirnos al curso para empezar a formarnos en metodología CLIL y PBL.
Lo primero fue comenzar a conocerse. La instructora del curso nos propuso varias actividades para conocernos y ver de dónde partíamos cada uno. También se propuso que cada participante presentara algo representativo de su país y su cultura. Nosotros, como buenos talaveranos, les enseñamos la pieza clave de nuestra tecnología, EL BOTIJO, y les explicamos su complejo mecanismo basado en las leyes de la termodinámica. También les hablamos de la famosa cerámica de Talavera, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Sami, nuestro compañero finés, nos enseñó una taza tradicional de madera que cada persona suele tener y que suele mantener durante casi toda su vida, y nos habló también de un cuchillo tradicional finés que es usado para realizar todo tipo de tareas.
Claudia y Daniela, las compañeras italianas, nos hablaron de su escuela, situada en el norte de Italia, zona donde la montaña, la nieve y los deportes de invierno son parte de su cultura.
Ana, la compañera de Rumanía, nos mostró una blusa tradicional que fue elaborada hace décadas por su abuelo, y nos habló de lo importante que es la ropa tradicional en su país.
Una vez terminadas las presentaciones llegó el momento de comenzar nuestra formación en metodología CLIL (Content and Language Integrated Learning).
Después de unas nociones básicas donde aprendimos sobre las dimensiones que engloban la metodología CLIL, como son las 4 C’s: CONTENT, COMMUNICATION, COGNITION & CULTURE. También hablamos de las 3 dimensiones de que consta esta metodología, como son los CONCEPTOS, los PROCEDIMIENTOS y el LENGUAJE.
Una vez terminada esta introducción a esta forma de trabajar los contenidos usando la lengua extranjera como idioma de instrucción llegó la hora de la comida. La empresa organizadora del curso había propuesto realizar una International Food Fair, donde los alumnos de los distintos cursos que estamos al mismo tiempo en la academia podíamos compartir los manjares típicos de nuestros países. La mesa española fue una de las más concurridas, ya que la gente no dejaba de acercarse a probar los quesos, embutidos y dulces que los participantes de los distintos cursos habíamos traído.
También pudimos probar quesos italianos, franceses e irlandeses, embutidos alemanes y húngaros, dulces italianos y polacos, y licores húngaros y rumanos, entre otros deliciosos alimentos de los distintos países de Europa de donde eran los participantes.
Una vez terminada la jornada en la academia nos dirigimos a una visita guiada por las calles de Dublín. Así dimos conclusión a nuestro primer día de curso, segundo día de nuestro viaje en Irlanda.
